lunes, 11 de julio de 2016

Nociones de la filosofía del arte

Artículo publicado por revista Microfilosofía realizado por Alejandro Diaz
La protección de la técnica "sin sentido" como un factor del desarrollo humano
"altamira"

El arte nació desde que el hombre es hombre. El arte y el hombre son indisociables. Estas dos frases resumen el concepto y la raíz de los primeros motores que movieron los engranajes de nuestras civilizaciones; sin importar el oscurantismo, las políticas o las religiones, el arte se filtró en nuestras más variadas formas de vida.

La filosofía del arte es una rama filosófica que trata de explicar entre otras cosas qué tiene de bueno o de útil el arte, cómo se le reconoce, y cuáles son sus límites y caminos. Oscar Wilde decía: “ningún gran artista ve las cosas tal y como son realmente, si lo hiciera dejaría de ser artista”. Lo que podemos inferir particularmente de Wilde es su modo característico de llamar a la realidad, ya que se refiere a aquella realidad que tiende a ver todo el mundo; cualquier lector regular de Wilde sabrá que hay que interpretar sus textos de una forma, muchas veces, no literal porque en sus frases reina la ironía. El arte es pues diverso como las personas, y es precisamente así como debe ser. Ubiquémonos a finales del siglo XIX para facilitar esto: cuando una persona de finales de aquel siglo mira La Noche Estrellada de Van Gogh y no la entiende (van Gogh aún no era conocido),

Resultado de imagen para La Noche Estrellada de Van Gogh

 no es para nada evidencia de que el cuadro sea pésimo, hay que considerar también que existe cierta probabilidad de que somos nosotros quienes debemos expandir nuestro pensamiento; una obra invita a reflexionar sobre nuestras propias ignorancias, esto es vital, una obra no se mira una sola vez y ya, una buena obra nos trasciende, trasciende nuestro raciocinio porque viene desde el raciocinio de otro.
Con conceptos como estos nace la estética, rama de la filosofía que trata de explicar aquel fenómeno que hace que un objeto sea valorado sólo por sí mismo, sin tener necesariamente ninguna función ni utilidad o, en otros términos, explicar por qué un objeto es bello. Pregunta que se va intrincando con el análisis dado que en primeras instancias se tiende a definir lo bello como un absoluto, para luego ir descubriendo que las nociones de belleza no son universales; un arte puede ser feo a primera vista, pero su detalle, su descriptividad y su técnica le pueden volver hermoso.
Por otro lado, es interesante notar que el arte muta, del arte renacentista se pasó por mucho hasta llegar al impresionismo y por unos cuantos años más para llegar al “expresionismo abstracto”, nacido en la década de los 50, por lo que podemos llegar fácilmente a la conclusión que la historia del arte es una rama fundamental para el análisis filosófico mismo; en todas sus diversas reorientaciones por la línea del tiempo el arte vive en el presente, aunque sea una construcción que comenzara hace miles de años atrás, es un ente metafísico vivo que no se sabe con certeza cómo mutará.
Ahora podemos definir en cierta medida lo que es la filosofía del arte, la que intenta entender por qué le decimos arte a ciertos objetos y a ciertas acciones, todo desde la pluralidad, y en qué puntos se conectan las manifestaciones artísticas a través de diversas reinterpretaciones que echan ojo a las construcciones históricas y que van modelando el mundo actual en su totalidad. La filosofía del arte debe ser capaz de analizar y comprender el sentido del arte de cada época sin olvidar el sentido presente, para así saltar a la vista las incongruencias de teorías como la del “arte clásico occidental”, en donde se teoriza que el arte comenzó con los griegos y terminó con Marcel Duchamp, error que ignora completamente todas las manifestaciones ricas que nos entrega oriente, entre muchas otras aristas variadas y complejas, como que el arte es una manifestación e interpretación de la democracia global misma. En esta linea es importante decir que la historia del arte occidental tiene un paréntesis importante en la edad media, paréntesis que analizaremos en otro post, ya que se puede extender bastante. En la conceptualización de la teoría se puede determinar que el arte comenzó, desde el vamos, con una cierta técnica y con un cierto sentido; aunque éste fue evolucionando con el correr de los siglos; de hecho evolucionó tanto que actualmente mucho arte sólo es arte porque representa más un sentido que una técnica.
Algunos investigadores aún se preguntan y se preguntarán cuál es el real motivo de las pinturas rupestres, por qué el hombre hizo lo que hizo y por qué valoró este tipo de trabajo protegiéndolo; trabajo que no le brindó ningún beneficio inmediato. Desde mi perspectiva puedo decir que es interesante analizar la misma etimología de la palabra arte, la cual viene del latín “ars” y que significa “habilidad” o “técnica”. Esta idea es atrayente al pensar que quizás los primitivos hombres de Altamira se fascinaron ante lo que sus manos eran capaces de hacer, dándose cuenta que la técnica, si es buena, no necesita un sentido inmediato, sino que simplemente necesita tener cierto tipo de dificultad para hacerla valorable. El nacimiento de la tradición y la repetición para las generaciones venideras como enfoque, le permitió al hombre notar que el mismo milagro de pensar y desarrollar el arte es lo que puede hacer hermosa a una cosa que se presenta en sus manos como resultado, y sólo porque es un símbolo característico de una habilidad que no debe morir; trabajo que conlleva un esfuerzo, un pensamiento, una historia y una identidad. La protección de la técnica, fue un avance importante en el desarrollo del pensamiento humano, en otras palabras, nuestros padres realmente fueron nuestros padres porque nos heredaron el arte.