lunes, 11 de julio de 2016

Nociones de la filosofía del arte

Artículo publicado por revista Microfilosofía realizado por Alejandro Diaz
La protección de la técnica "sin sentido" como un factor del desarrollo humano
"altamira"

El arte nació desde que el hombre es hombre. El arte y el hombre son indisociables. Estas dos frases resumen el concepto y la raíz de los primeros motores que movieron los engranajes de nuestras civilizaciones; sin importar el oscurantismo, las políticas o las religiones, el arte se filtró en nuestras más variadas formas de vida.

La filosofía del arte es una rama filosófica que trata de explicar entre otras cosas qué tiene de bueno o de útil el arte, cómo se le reconoce, y cuáles son sus límites y caminos. Oscar Wilde decía: “ningún gran artista ve las cosas tal y como son realmente, si lo hiciera dejaría de ser artista”. Lo que podemos inferir particularmente de Wilde es su modo característico de llamar a la realidad, ya que se refiere a aquella realidad que tiende a ver todo el mundo; cualquier lector regular de Wilde sabrá que hay que interpretar sus textos de una forma, muchas veces, no literal porque en sus frases reina la ironía. El arte es pues diverso como las personas, y es precisamente así como debe ser. Ubiquémonos a finales del siglo XIX para facilitar esto: cuando una persona de finales de aquel siglo mira La Noche Estrellada de Van Gogh y no la entiende (van Gogh aún no era conocido),

Resultado de imagen para La Noche Estrellada de Van Gogh

 no es para nada evidencia de que el cuadro sea pésimo, hay que considerar también que existe cierta probabilidad de que somos nosotros quienes debemos expandir nuestro pensamiento; una obra invita a reflexionar sobre nuestras propias ignorancias, esto es vital, una obra no se mira una sola vez y ya, una buena obra nos trasciende, trasciende nuestro raciocinio porque viene desde el raciocinio de otro.
Con conceptos como estos nace la estética, rama de la filosofía que trata de explicar aquel fenómeno que hace que un objeto sea valorado sólo por sí mismo, sin tener necesariamente ninguna función ni utilidad o, en otros términos, explicar por qué un objeto es bello. Pregunta que se va intrincando con el análisis dado que en primeras instancias se tiende a definir lo bello como un absoluto, para luego ir descubriendo que las nociones de belleza no son universales; un arte puede ser feo a primera vista, pero su detalle, su descriptividad y su técnica le pueden volver hermoso.
Por otro lado, es interesante notar que el arte muta, del arte renacentista se pasó por mucho hasta llegar al impresionismo y por unos cuantos años más para llegar al “expresionismo abstracto”, nacido en la década de los 50, por lo que podemos llegar fácilmente a la conclusión que la historia del arte es una rama fundamental para el análisis filosófico mismo; en todas sus diversas reorientaciones por la línea del tiempo el arte vive en el presente, aunque sea una construcción que comenzara hace miles de años atrás, es un ente metafísico vivo que no se sabe con certeza cómo mutará.
Ahora podemos definir en cierta medida lo que es la filosofía del arte, la que intenta entender por qué le decimos arte a ciertos objetos y a ciertas acciones, todo desde la pluralidad, y en qué puntos se conectan las manifestaciones artísticas a través de diversas reinterpretaciones que echan ojo a las construcciones históricas y que van modelando el mundo actual en su totalidad. La filosofía del arte debe ser capaz de analizar y comprender el sentido del arte de cada época sin olvidar el sentido presente, para así saltar a la vista las incongruencias de teorías como la del “arte clásico occidental”, en donde se teoriza que el arte comenzó con los griegos y terminó con Marcel Duchamp, error que ignora completamente todas las manifestaciones ricas que nos entrega oriente, entre muchas otras aristas variadas y complejas, como que el arte es una manifestación e interpretación de la democracia global misma. En esta linea es importante decir que la historia del arte occidental tiene un paréntesis importante en la edad media, paréntesis que analizaremos en otro post, ya que se puede extender bastante. En la conceptualización de la teoría se puede determinar que el arte comenzó, desde el vamos, con una cierta técnica y con un cierto sentido; aunque éste fue evolucionando con el correr de los siglos; de hecho evolucionó tanto que actualmente mucho arte sólo es arte porque representa más un sentido que una técnica.
Algunos investigadores aún se preguntan y se preguntarán cuál es el real motivo de las pinturas rupestres, por qué el hombre hizo lo que hizo y por qué valoró este tipo de trabajo protegiéndolo; trabajo que no le brindó ningún beneficio inmediato. Desde mi perspectiva puedo decir que es interesante analizar la misma etimología de la palabra arte, la cual viene del latín “ars” y que significa “habilidad” o “técnica”. Esta idea es atrayente al pensar que quizás los primitivos hombres de Altamira se fascinaron ante lo que sus manos eran capaces de hacer, dándose cuenta que la técnica, si es buena, no necesita un sentido inmediato, sino que simplemente necesita tener cierto tipo de dificultad para hacerla valorable. El nacimiento de la tradición y la repetición para las generaciones venideras como enfoque, le permitió al hombre notar que el mismo milagro de pensar y desarrollar el arte es lo que puede hacer hermosa a una cosa que se presenta en sus manos como resultado, y sólo porque es un símbolo característico de una habilidad que no debe morir; trabajo que conlleva un esfuerzo, un pensamiento, una historia y una identidad. La protección de la técnica, fue un avance importante en el desarrollo del pensamiento humano, en otras palabras, nuestros padres realmente fueron nuestros padres porque nos heredaron el arte.

jueves, 31 de julio de 2014

El Romanticismo - La Creación de la Libertad

El romanticismo es una revolución artística, política, social e ideológica tan importante que todavía hoy viven muchos de sus principios: libertad, individualismo, democracia, nacionalismo, etc. 
  
    Entre 1770 y 1800 "Europa se acostó absolutista y neoclásica y se levantó demócrata y romántica". Gracias a la revolución industrial inglesa (1760-1840), que desarrolla una clase burguesa y sienta las bases del liberalismo; gracias a la revolución francesa (1789), que proclama los principios de libertad, igualdad y fraternidad; gracias igualmente a la revolución americana con su Declaración de Independencia (1776), que hace de los derechos del hombre su centro y establece la república como forma de gobierno y al pueblo como fuente exclusiva del poder; gracias a todos estos hechos la Libertad reemplaza a la tiranía, el poder absoluto se ve limitado y la democracia se erige en ideal de gobierno.

 Pero el siglo XVIII no es sólo despotismo ilustrado, racionalismo y neoclasicismo. Conviven con estas tendencias dominantes las corrientes deístas y místicas, y se reivindica también el valor de los sentimientos y de la pasión.




Para conocer mas y rofundizar sobre el romanticismo visita los siguientes enlaces:
Liceo Digital --- Romanticismo ---  Romanticismo 2

viernes, 29 de noviembre de 2013

Estética

Les presentamos el video del programa de Canal à " Grandes Ideas de la Filosofìa " sobre el tema que nos ocupa  Estética.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Platón



Platón fue el primero que trató sobre conceptos estéticos como centro de muchas de sus reflexiones, sobre todo en temas relativos al arte y la belleza. En el Protágoras habló del arte como la capacidad de hacer cosas por medio de la inteligencia, a través de un aprendizaje. Para Platón, el arte (τέχνη, téchnê) tiene un sentido general, es la capacidad creadora del ser humano. Entendía el arte como «destreza» o «habilidad», tanto en el terreno material como en el intelectual. En el Sofista distinguió entre habilidades «adquisitivas» y «productivas», dividiendo a su vez estas últimas en productivas de objetos o de imágenes (εἴδωλα, eídôla). Introdujo el concepto de mímesis (μίμησις), ya que para él las imágenes son imitaciones de objetos reales, aunque sin desempeñar la misma función que sus originales. Estas imitaciones pueden ser «genuinas» (εἰκών, eikón), si guardan las mismas propiedades que su modelo; o «aparentes» (ϕάνταὓμα, phántasma), si sólo se parecen al original. Sin embargo, Platón mismo consideraba esta diferencia difícil de dilucidar, ya que toda imitación debe por fuerza diferir de su original en alguna cosa, ya que si fuese idéntica nos encontraríamos con un objeto igual al representado. Para Platón, todas las creaciones artísticas son «conjeturas» (εἰκασία, eikasía), ya que su carácter imitativo las aleja de la realidad de las formas, y les confiere incluso un sentido peyorativo, ya que son «apariencias engañosas», ya que los artistas no representan las cosas como son, sino como parecen. Así, califica a los artistas de «pseudoartífices», ya que su habilidad no es auténtica.7
La belleza la trató en diversos diálogos: en Hipias mayor habló de la belleza de los cuerpos; enFedro, de la belleza de las almas; y en El banquete, de la belleza en general.
  • Hipias mayor: utilizando un diálogo entre Hipias y Sócrates, Platón busca la belleza perfecta, la «belleza ideal platónica».nota 7Proporciona varias definiciones de belleza, como la «conveniencia», que es la adecuación a una finalidad, que hace que un objeto parezca bello; o la «utilidad», relacionando la belleza con el bien, con la dimensión moral (la belleza conduce al bien, en relación causa-efecto).8
  • Fedro: en este texto Platón explicó de forma mítica el origen del ser humano, así como su teoría del conocimiento basado en las «ideas». Sócrates cuenta a Fedro que el alma es como un carro tirado por dos caballos, uno manso y otro bravo, dirigidos por la razón. Esta alma se encuentra originariamente en el mundo de las ideas, pero al encarnarse en un cuerpo las olvidan en mayor o menor grado. Para Platón, el conocimiento es el recuerdo de estas ideas. La materia es «sombra de las ideas», que a través del estímulo que ofrecen pueden conducirnos a ellas, a través de un procedimiento que identifica como «amor» (ἔρως, érôs). Así, el amor por las cosas bellas puede conducirnos a la idea de belleza, a la belleza perfecta, ideal.9
  • El banquete: en esta obra Platón manifiesta que el hombre tiene inclinación a buscar la perfección, la belleza, y que ésta se puede conseguir a través del amor, que es un camino de conocimiento, una energía que nos orienta. Platón distinguía dos clases de amor: el «popular», relacionado con el cuerpo, las formas y las acciones; y el «celestial», asociado a la virtud y el intelecto. El amor es la búsqueda de la belleza –que relaciona con la verdad–, primero la belleza física (amor de los cuerpos), y después la belleza espiritual (amor de las acciones), llegando por fin a la belleza ideal, al amor por la ciencia. Se pasa pues del cuerpo a la virtud, y de aquí a la esencia. El amor ideal –el llamado «amor platónico»– es infinito, no tiene tiempo ni forma.10
Se percibe pues una clara evolución: de la búsqueda de una noción general de belleza del Hipias, utilizando el sistema socrático de comparación, dedujo en el Fedro que la belleza está más allá de la realidad que nos envuelve; por último, en El banquete, identificó la búsqueda de la belleza con la propia vida humana, siendo el amor la forma de acceso. Platón fue el origen de dos de las teorías sobre la belleza más defendidas a lo largo del devenir histórico: la belleza como «armonía y proporción» y la belleza como «esplendor». Postuló que la belleza es independiente de su soporte físico, así como que no depende de la visión, que a menudo nos engaña: la visión sensible es superada por la visión intelectual, que es la que proviene de la filosofía.11 El concepto de belleza de Platón era muy amplio, abarcando tanto la belleza física como espiritual, la moral y cognoscitiva, la belleza de los cuerpos, de los objetos artísticos, tanto como la de colores, sonidos, leyes, actitudes morales, etc. Igualmente, relacionaba belleza con bondad, que para él eran sinónimos: el subtítulo de El banquete, que trata ampliamente la belleza, es Sobre el bien.12
Si es que hay algo por lo que vale la pena vivir, es por contemplar la belleza.
PlatónEl banquete 210 E-211 D13
Artìculo de Wikipedia 

Filosofía y arte


jueves, 24 de mayo de 2012

LAS SEÑORITAS DE AVIÑÓN (1906-07) DE PABLO PICASSO



escrito por Patricia Ordóñez
Señoritas de Aviñón

En 1907, después de unos cuantos meses de estudios, Picasso dio a conocer Las Señoritas de Aviñón a sus amigos más próximos. Las reacciones fueron diversas, pero sobre todo destacó la sorpresa frente a una obra de arte que rompía con toda la tradición pictórica anterior. Las convenciones que tanto se habían desarrollado en la historia del arte desde el Renacimiento eran totalmente transgredidas aquí. Aun cuando la obra no se puede considerar cubista, Picasso desplegó en ella muchos de los aspectos que formarían la base de este nuevo movimiento, como por ejemplo: la descomposición del espacio y las formas pictóricas, la inspiración en el arte primitivo y la combinación de diferentes puntos de vista en una sola figura.


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 Estudios preparatorios para  Las Señoritasde Aviñòn.
  
                                  
 






Una temática discutida

Cómo era costumbre en el artista malagueño, Picasso realizó una serie de bocetos antes de trabajar de lleno en la obra final. En el caso de Las Señoritas de Aviñón realizó más de 800 estudios preparatorios, que incluían dibujos detallados de cada personaje, sus cabezas, cuerpos, etc.



Hay dos bocetos que llaman especialmente la atención y nos demuestran cómo Picasso cambió su idea inicial, haciendo que la pintura adquiriera un sentido más confuso. En el primer boceto (ver imagen 1 de la derecha), observamos como hay siete protagonistas, cinco mujeres y dos hombres. La 
distribución de las mujeres desnudas, así como la presencia de los hombres, sugerían que se trataba de una escena de burdel. Pero en el segundo boceto (ver imagen 2 de la derecha), muy próximo al cuadro final, desaparecen las figuras masculinas, y la posición de las “señoritas” es algo diferente



Este cambio significativo ha provocado que la temática haya sido fuente de discusión en muchas ocasiones, como también el tratamiento tan radical que Picasso le da al desnudo femenino, muy diferente al tradicional, tanto por las formas como por el espacio donde se enmarca.
Si tenemos en cuenta que Aviñón era una calle de Barcelona dónde había varios burdeles, entonces se intuye que la escena representa un prostíbulo, aunque los hombres no están presentes. Además, el bodegón de frutas que hay a en la parte inferior del cuadro se ha interpretado muchas veces como símbolo de la sexualidad femenina.


En cualquier caso, esta obra nos presenta a un quinteto de mujeres que miran sin disimular a un espectador sorprendido.




Espacio y forma: influencias y novedades

Picasso decía que se debe representar aquello que se sabe de las figuras, no aquello que se ve. La descomposición y esquematización de los cuerpos y del espacio que los rodea se debe principalmente a un deseo de expresar la idea última que hay en ellos. Aquello que importa en esta nueva manera de pintar es el concepto, no la percepción. Por esto, las figuras se despersonalizan, se deforman, y el espacio también. Ya no hay perspectiva, el fondo es completamente plano y fragmentado, los colores no se corresponden con la realidad (como se observa en los cuerpos). De esta manera, Picasso, muy influenciado por el post impresionista Cézanne, sintetiza la realidad en estructuras geométricas; la anécdota no se representa, puesto que ocultaría la esencia de aquello representado.



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En este cuadro de Paul Cézanne (Bañistas, 1900-1906) podemos percibir claramente la influencia 
que tuvo el pintor francés en la obra de Pablo Picasso.




avinon4El artista introduce, además, una novedad que será esencial en el Cubismo posterior, y que fue revolucionaria en la composición pictórica. Si nos fijamos en la figura asentada a la derecha, podemos ver cómo está en una postura imposible: el cuerpo de espaldas al espectador y la cabeza girada completamente de frente. Igualmente, los rostros de todas ellas se representan de frente y de perfil a la vez, como si viéramos a la persona en dos posiciones simultáneamente. Con esto conseguía representar múltiples puntos de vista en una misma figura y darle cierta profundidad a un espacio completamente plano.
ambién es muy significativa la influencia del arte primitivo en los aspectos formales del cuadro. En la cabeza de las dos mujeres de la derecha es donde se aprecia con más claridad. Sólo debemos fijarnos en el colorido tachado de los rostros, la forma de las cabezas y la simplificación de los rasgos, que deforman completamente la cara de estas dos mujeres. Las otras tres también tienen elementos cogidos del arte de diferentes culturas antiguas, como la egipcia (se observa en la posición lateral de la primera figura), o la íbera (el rostro y torso de las otras dos).

Pablo Picasso

Picasso inauguró con esta obra una nueva manera de concebir la pintura. En ella realizó transformaciones revolucionarias que provocarían el nacimiento de una nueva estética de vanguardia: el Cubismo. Aun cuando en un principio fue objeto de duras críticas, con el tiempo se acabó definiendo como la primera obra cumbre del siglo XX.
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¿Sabías que...?

No fue expuesta por primera vez hasta el 1916, nueve años después de ser pintada.
Picasso no le puso el título a la obra. Se cree que fue su amigo Apollinaire quien la llamó en un primer momento El burdel filosófico. Finalmente, André Salmon le dio el título definitivo, en referencia a la calle Aviñón de Barcelona (confundido muchas veces con el famoso Avignon francés, por su similitud fonética).
El propio Picasso coleccionaba esculturas africanas, e incluso creaba máscaras que seguían los modelos primitivos

Las señoritas de Avignon La vida privada de las obras maestras


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lunes, 16 de abril de 2012

Homero y la Filosofìa incipiente



El siguiente artìculo fue publicado el 29/11/2007 por apuntesdefilosofa.blogspot.com.


Resulta inaceptable tratar la evolución y la historia (a fin de cuentas, el mismo concepto) del pensamiento filosófico, como venimos haciendo en estas páginas, sin prestar al menos una superficial atención a los moldes que sustentaron dicho pensamiento. Es decir, por ejemplo en el caso de los presocráticos, que son considerados como el punto de partida de la filosofía occidental, es imposible suponer que sus reflexiones parten de cero, sin ninguna valoración de lo intelectualmente anterior. Para que la filosofía tomara la forma que conocemos hoy precisó de un germen mítico, pero igualmente reflexivo, que tuvo sus raíces en los pensadores previos a la Escuela de Mileto. 


De Homero (s. VIII antes de Cristo) se ha discutido casi todo; desde su existencia real a la autoría de sus obras. Posiblemente nació es Esmirnia en 725 a. de Cristo y se le atribuyen los poemas la Odisea y la Ilíada. Quizá no exista en toda la historia de la literatura otro poeta a quien se le haya admirado y reverenciado tanto como Homero, geográfica y temporalmente.


Homero fue un poeta singular, un creador al mismo tiempo que un sistematizador capaz de dar unidad y forma literaria a los relatos, la mayoría orales, que en Grecia se conocían desde siglos atrás. Sus obras recogen sucesos turbulentos, como la caída de Troya ante los aqueos o el viaje de vuelta a su casa, hasta Ítaca, de uno de los guerreros, Ulises. La particularidad más interesante ahora de la Odisea y la Ilíada es, más allá de la calidad literaria, la coherencia o la emoción que sus páginas desprenden, el hecho de que Ulises se dedicara a reflexionar sobre las cuestiones y sucesos que en ellas acontecen, ofreciendo además una explicación sobre los mismos. Si bien no es posible hablar de un marco conceptual de pensamiento, sí que se observan ciertas pautas generales que intentan razonar, dentro del ámbito literario, por qué motivo los hechos suceden como lo han hecho.


A este respecto, por ejemplo, Homero brinda diferentes explicaciones. Las cosas pueden haber sucedido de la forma en que lo han hecho por varios motivos: en primer lugar, puede deberse a los "vicios del hombre", como Zeus proclama, a sus defectos y carencias, pero también se puede deber a la acción y voluntad de los mismos dioses, tanto genérica como particularmente en la figura del propio Zeus. Por otra parte, quizá el responsable del devenir sea un impersonal "Destino", fatídico e inapelable, o quizá todo se reduzca a los ritmos naturales del cosmos, a sus ciclos de inicio y fin: al igual que un árbol pierde sus hojas para que puedan rebrotarle posteriormente, "una generación florece y otra se aproxima a su fin".


Los poemas de Homero presentan algunas particularidades, las cuales permiten separarlos temática y estilísticamente de otros pertenecientes a diferentes pueblos y civilizaciones:


-En primer lugar, rechazan una descripción minuciosa de lo grotesco o amorfo, de lo monstruoso. Esto implica que Homero privilegia la literatura dotada de un sentido de la armonía y la proporción sobre la meramente fantástica o morbosa.


-Como hemos dicho, la acción literaria investiga las causas de los hechos descritos. Es decir, según W. Jaeger, se concibe que a cada acontecimiento le corresponde una motivación psicológica. Tal proceder dispone el terreno en el que se moverán más tarde las especulaciones y meditaciones de la filosofía presocrática, que la llevará a hallar el “por qué” último de todas las cosas.


-Finalmente, hay una voluntad de representar la realidad como un todo, aun si pertenece todavía a la forma mítica. En palabras de Jaeger, "La realidad presentada en su totalidad: el pensamiento filosófico la presenta de forma racional, mientras que la épica la presenta de forma mítica".


Todo esto señala hacia una clara intención educadora en Homero. Sus dos poemas, recitados o cantados, solían enseñarse en las escuelas a los muchachos griegos, pero su intención no era puramente histórica; es decir, Homero no trataba, tan sólo, de enseñar, de describir a los jóvenes cuál había sido su pasado, sino, más bien, el poeta trataba de convertir las hazañas de los héroes en ideales que cabía imitar: valores como el decoro, las buenas maneras, la nobleza de las costumbres, etc. Las siguientes eran algunas de las particularidades de las enseñanzas homéricas:


1) Aunque exista un profundo respeto por el pasado, por la historia y los dioses y sus vicisitudes, lo que debe destacarse es el mundo de los hombres. No se ufana Homero tan sólo en describir imaginativamente lo sobrenatural y terrorífico, y los hechos y victorias propias de los dioses. También el hombre importa, así como los problemas humanos (el mal y su origen, o las causas de las cosas, según hemos visto).


2) Todo hombre es mortal, y tal condición es irrechazable, digna e incluso deseable. La vida es maravillosa pese a su finitud, o quizá debido a ello. No necesitamos más mundo que el que vivimos ahora. Nuestra condición humana implica un tiempo y un límite, más allá del cual sólo los dioses y el cielo permanecen. La inmortalidad divina no debe mover el ansia del hombre: sólo su propia finitud debe hacerlo.


3) Lo recogido en los poemas, en las tradiciones, son una Memoria de inspiración divina, pero tal memoria carece de utilidad si el humáno no se esfuerza por sí mismo, y trata de comprender y aprender de lo que le rodea. No hay contradicción o impedimento en conciliar la fe en los dioses y el espíritu de descubrimiento e indagación en pos de los secretos del mundo, o al menos aquélla no supone un obstáculo insalvable para esto.


4) La obra de Homero se dirige, fundamentalmente, a la nobleza, a la clase aristocrática. El pueblo aún se mantiene en las afueras de la virtud, no participa de la areté puesto que el combate, la lucha en busca del honor y la gloria son características genuinamente de clases elevadas. Aunque hay pasajes que parecen valorar más el ingenio y la inteligencia que los escudos o las lanzas, lo cierto es que el pueblo queda excluido de los cánticos de alabanza: únicamente la nobleza merece reconocimiento.


Por ello, las claves pedagógicas de los poemas homéricos podrían ser: valor, emoción, inteligencia y virtud. Son éstas las bases con la que se lleva a cabo la educación de la sociedad griega en tiempos de Homero. Sin ellas, y con las reflexiones adycentes que suscitaron paralelamente, es muy posible que la filosofía, como tal, no existiera. Porque Homero tuvo la valentía, no sólo de entretener y formar históricamente a sus ciudadanos, sino además, de iniciarlos en el sendero del pensamiento reflexivo, un pensamiento por supuesto aún lejos de la sistematización y agudeza posterior. Pero fue este sencillo e ingenioso modo de insertar el examen de las cuestiones humanas en la literatura la que permitiría, siglos más tarde y en similares orillas, la aparición del pensamiento racional y crítico con el mundo y nosotros mismos.


A continuaciòn podemos ver la pelìcula La Odisea que nos permitirà acercarnos a uno de los libros de Homero

TITULO ORIGINAL: The Odyssey
OTROS TÍTULOS: La Odisea

DIRECCIÓN: Andrei Konchalovsky
REPARTO: Armand Assante, Greta Scacchi, Isabella Rossellini, Irene Papas, Bernadette Peters, Eric Roberts, Jeroen Krabbé, Geraldine Chaplin
AÑO: 1997
PAÍS: Estados Unidos
PRODUCTORA: American Zoetrope, Hallmark Entertainment, Mediaset, Beta Film GmbH
GENERO: Historico
Sinopsis:
Ulises es el rey de Ítaca. Comparte el trono con Penélope, su bella esposa, con la que tiene un hijo, Telémaco. La campaña de Troya requiere su presencia, por lo que, muy a su pesar, debe dejar a su familia y a su patria por un tiempo. Durante la guerra ideará el legendario ardid del caballo de madera, con el que conseguirá engañar a sus enemigos y poner fin a la guerra. Sin embargo, durante la noche comete un grave error: llevado por la euforia y el alcohol, blasfema inocentemente contra los dioses. Poseidón, gravemente ofendido, decide poner sobre Ulises y sus hombres una terrible maldición: jamás podrán regresar a sus hogares hasta que comprendan que no pueden enfrentarse a sus divinidades